Los comienzos
Hace dos años que se formó el grupo en nuestro pueblo. Yo estoy desde el comienzo y algo que me llamó la atención fue el entusiasmo de todos. Cuando me enteré en ningún momento dude en comenzar, es algo que siempre me gusto y no existía este espacio en Roosevelt.
Con el tiempo, al estar los cinco pueblos unidos, el grupo fue tomando una magnitud cada vez mayor. Comenzamos a dedicarle cada vez más horas y pasamos domingos enteros ensayando, con frio, calor o tierra, siempre tratábamos de estar ahí, en San Mauricio, nuestro lugar de encuentro.
Un pueblo con ganas de crecer
Nuestro pueblo es chiquito, sólo tiene 280 habitantes, pero hermoso y con un corazón muy grande. Es tranquilo, no necesitamos cerrar la puerta con llave y es un buen lugar para criar a nuestros hijos. La gente es muy solidaria y a pesar de estar lejos de todo, de los demás pueblos y tener caminos de tierra que muchas veces se vuelven intransitables, la gente sigue luchando por su pueblo.
Formando parte del grupo de teatro comunitario compartimos grandes emociones, aprendimos a respetar nuestros tiempos y espacios, conocimos muchas personas y amigos. Es un orgullo formar parte de Teatro Comunitario de Rivadavia. En cada encuentro distrital se siente cada vez más emoción, lo vivimos con alegría y entusiasmo por seguir adelante. Ahora en cada salida con el grupo o cada visita que recibimos, nuestro pueblo comienza a conocerse en otros lugares y así ya no nos sentimos tan aislados. Comenzamos a creer que en los pequeños lugares, aún alejados de todo, es posible soñar y realizar cosas grandes.
Stella T.
